
En Recol, entendemos que cada color comunica en un lenguaje propio, que transforma espacios y activa emociones. La gama de colores responde a criterios estéticos, tendencias y necesidades funcionales, ofreciendo versatilidad para proyectos de decoración, arquitectura o diseño interior.
A continuación, compartimos una guía sobre el significado de los colores y sus usos más comunes en decoración:
Blanco: La pureza de lo esencial
Simboliza limpieza, amplitud y serenidad. Pensados para crear ambientes minimalistas, atemporales, luminosos y espaciosos. Maximiza la luz natural y transmite tranquilidad. Útil en salas, cocinas y oficinas.
Negro: Elegancia y sofisticación
Proyecta poder, lujo y modernidad. Aporta profundidad y contraste en detalles como molduras, muebles o muros de acento. Útil en espacios contemporáneos como estudios o salones sociales, donde se busca un efecto dramático.
Gris: Versatilidad y equilibrio
Color neutro que se adapta a estilos industriales, clásicos o modernos. Transmite serenidad y profesionalismo. El gris claro aporta frescura; el oscuro, intimidad. Funciona en salas, oficinas y habitaciones.
Amarillo: Energía y optimismo
Color cálido que estimula la creatividad y el dinamismo. Funciona en cocinas, estudios o salas de juegos. En tonos suaves aporta calidez; los tonos vibrantes, crean puntos focales en comedores o salas de estar.
Azul: Serenidad y frescura
Evoca calma, confianza y estabilidad. Perfecto para dormitorios y baños. Los tonos claros remiten al cielo y al agua; los oscuros como el azul marino, a la sofisticación y profundidad.
Rojo: Pasión y energía
Color intenso que genera emoción y dinamismo. Funciona como acento en muros, muebles o accesorios. Estimula la conversación y la actividad. Útil en comedores o salas de estar.
Naranja: Vitalidad y calidez
Fomenta entusiasmo, creatividad y hospitalidad. Funciona en salas, terrazas o cocinas. En tonos suaves, es perfecto para espacios juveniles.
Morado: Inspiración y espiritualidad
Asociado a la introspección, el lujo y la creatividad. El lavanda transmite calma en dormitorios o baños. El púrpura, sofisticación en espacios de lectura o ambientes modernos.
Verde: Naturaleza y equilibrio
Representa frescura, vida y renovación. Conecta con lo natural y aporta bienestar. Los verdes claros funcionan en cocinas y baños. Los profundos, en salas o estudios, generan estabilidad y confort.